treballem la centena!
Les classes de 2n hem començat a
treballar la CENTENA.
Hem après que 1 CENTENA és
el mateix que 10 DESENES o 100 UNITATS.
Per introduir la centena, les mestres ens han explicat un conte molt divertit. Aquí el teniu per si el voleu tornar a llegir.
EN EL PAÍS DEL 10
En el país del 10, solo había 3 ciudades. En la ciudad de los solitarios, vivían las Unidades, unos cubitos que caminaban siempre solos.
Caminaban de un lugar para otro, un poco tristes. Hablaban con otras unidades pero por poco tiempo. Jamás formaban parejas o tríos.
Un día, una de las Unidades un poco aburrida, se fue de viaje a la ciudad de las torres. Nunca había estado allí y tampoco sabía el porqué de su nombre.
Se puso a caminar, y al cabo de 4 horas llegó a la ciudad. Su impresión fue tremenda cuando descubrió que, quienes allí habitaban eran unas gigantescas torres [Dibujarlas en la pizarra como Decenas].
La Unidad quiso hablar con una de ellas y le preguntó su nombre, pero no le respondió porque era tan alta y la Unidad tan bajita, que no le podía oír.
La Unidad gritaba y gritaba, pero la torre ni se enteraba. Por fin, a la Unidad se le ocurrió una idea, darle un buen puntapié; así que, se acercó y le dio un buen puntapié. Entonces la gran torre se agachó y le dijo -¿por qué me has pegado, yo no te hecho nada?-. La Unidad le respondió, -es que quería saber tu nombre pero no me oías, y mira que he gritado-. La torre le respondió, -soy una Decena, aquí todas somos Decenas- [Poner el nombre de Decena debajo de la torre dibujada en la pizarra]. La Unidad le dijo, -muy bien, yo soy una Unidad, encantado de conocerte. Oye, ¿ y por qué sois más altas, habéis bebido mucha leche o qué?-. La Decena le dijo –no, no, no; no tiene que ver nada con la alimentación. Verás, al principio éramos unidades como tú, pero un día decidimos juntarnos, pero claro, como según las leyes de este país, para poder juntarse hacen falta diez, tuvimos que buscar 10 Unidades, y convencerlas para que nos juntáramos. Conseguido esto, nos subimos unas encima de las otras y nos convertimos en Decenas y fundamos la ciudad de las torres.-
La Unidad sonrió porque lo había comprendido, entonces dijo –de modo, que si me voy a mi ciudad y hablo con otras 9 Unidades, ¿podemos formar una Decena tan alta como tú?- La Decena le respondió –efectivamente- .
La Unidad, loca de contenta, se despidió de la Decena, y con paso alegre se encaminó hacia su ciudad. Cuando llegó allí, llamó a todas las Unidades y les explicó lo que había visto, y les dijo que ellas podrían hacer lo mismo. Pero, a las Unidades eso de juntarse no les gustaba, por eso, la mayoría se fueron para sus casas. Sin embargo, quedaron 9 Unidades que eran más curiosas, para preguntarle a la Unidad viajera más detalles. Después de mucho hablar, la Unidad viajera convenció a las otras 9, se montaron unas encima de las otras, ¡Y SE CONVIRTIERON EN UNA DECENA!, entonces comenzaron a gritar y a dar saltos. Tanto saltaron que casi se caen.
Después de serenarse, decidieron ir a la ciudad de las torres para hablar con otras Decenas. Con mucho cuidadito para no caerse, emprendieron el viaje.
En cuando llegaron a la ciudad de las torres comenzaron a hablar con otras Decenas. Pasaron varios días en la ciudad de las torres, cuando a la nueva Decena se le ocurrió que podía visitar la tercera ciudad del país, esa que llamaban ciudad de las paredes. La verdad es que era un nombre muy extraño y querían saber el porqué de ese nombre.
A la mañana siguiente, se despidieron de las demás Decenas y se encaminaron hacia la ciudad de las paredes. Después de mucho andar, porque esa ciudad quedaba un poco lejos, llegaron. Se encontraron con montones de paredes como esta [Dibujarla en la pizarra a modo de Centena]. Se movían de un sitio a otro lentamente como si fueran dinosaurios. La Decena se acercó a una de ellas que parecía un poco enfadada y le dijo -¡Buenos días señora pared!- , la pared le respondió de muy malos modos – ¿qué quieres tú, finústico? Pareces un espagueti-. La Decena le respondió –bueno, bueno, tampoco se ponga así, que solo le he dicho buenos días, vaya humor que gasta-. Entonces se dirigió hacia ellos otra pared que parecía más simpática y les dijo –disculpadla, es que alguien le ha pintado algo en la espalda y está muy molesta. ¿Quién sois y de dónde venís?.- Hola, encantado de conocerte, somos una Decena y venimos de la ciudad de las torres, ¿tú quién eres?.- La pared les respondió –soy una Centena- [Ponerlo en el dibujo de la pizarra]. La Decena, sin poder contener su curiosidad le preguntó -¿y cómo es que sois tan grandes?- La Centena le respondió –pues bien sencillo, nosotros antes también vivíamos en la ciudad de las torres, pero un día decidimos juntarnos, y como según las leyes de este país, para juntarse hacen falta 10, buscamos a 10 Decenas que se quisieran unir, nos juntamos unas a otras y formamos una pared, es decir, una Centena. Como en la ciudad de las torres no cabíamos porque éramos más grandes que las Decenas, decidimos irnos lejos y fundar nuestra propia ciudad, la ciudad de las paredes.-
La Decena se quedó muy contenta con la explicación porque la había entendido, y se quedaron unos días a vivir con las Centenas. Después, decidieron hacer una fiesta en un gran descampado para que tanto las Unidades, como las Decenas y Centenas, se conocieran mejor. Desde entonces todos son amigos. Colorín colorado este cuento se ha acabado… por ahora.
Per entendreu millor, hem manipulat a la classe amb diferents materials i hem fet un mural que ens ha quedat molt xulo.
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I finalment, us deixem aquets video que ens ha agradat molt!